Préstamo Hipotecario

Los titulares de un préstamo hipotecario dejaron de pagar durante mucho tiempo, acumulando hasta 55 cuotas sin abonar. Ante esta situación, el banco decidió acudir a los tribunales para reclamar no solo las cuotas que ya estaban vencidas y sin pagar, sino también el resto de la deuda pendiente, pidiendo que se les retirara a los deudores el llamado “beneficio del plazo”. Esto significa que, por dejar de pagar, el banco puede exigir que se pague toda la deuda de golpe, sin esperar a que venzan las cuotas futuras.

El juzgado dio la razón al banco y condenó a los deudores a pagar tanto lo que debían como lo que quedaba por pagar. Sin embargo, los deudores recurrieron y la Audiencia Provincial les absolvió, diciendo que no se había demostrado que fueran insolventes y que la hipoteca seguía vigente, por lo que el banco no estaba en riesgo.

El banco no se conformó y recurrió al Tribunal Supremo, que finalmente le dio la razón. Aclarando que, cuando hay impagos prolongados y otros indicios de insolvencia, no hace falta que un juez declare previamente la insolvencia ni que se cancele la hipoteca para que el banco pueda reclamar toda la deuda. Así, se refuerza la protección del acreedor hipotecario frente a situaciones en las que el deudor deja de pagar y se encuentra en una situación económica complicada.